"En las telas de Puente Gómez se plasma un especial estado de ánimo, en este momento marca el espíritu del artista hasta sentir la necesidad de comunicar. La surrealista de las telas, son de pesada compañía por esos caminos que atraviesan su espacio en la porfiada acentuación natural de la vegetación Es símbolo de esfuerzo y perseverancia, porque en ambos conceptos está la vida y la corteza de la felicidad. Sobre esos espacios alegres cautivadores, Puente Gómez coloca esas hojas, anunciando la llegada del calor primaveral, saliéndole al paso su entera personalidad, identificándolas con tonos otoñales. Estos tonos están ajenos a todo pesimismo, más bien son de optimismo, acentuando su voluntad y conciencia del artista, a pesar del avatar del momento, su impulso vital, su personalidad contestaría. Esta entrañable propuesta de vida que identifican esos colores, es la constante de señal su permanencia en la búsqueda de un noble objetivo. Retoza el espíritu inquieto y juvenil de un hombre nutrido por un mundo que a pesar de sus ingratas sorpresas no lo considera hostil".